Me gusta hacerme preguntas. Siempre me ha gustado.
Así nacieron mis juegos: de una pregunta.
¿Y si se pudiera romper el tabú de la menstruación a través de un juego?
¿Y si todas las preguntas que me hicieron las niñas en los talleres se transformaran en cartas para jugar y aprender?
Esta manera de preguntarme cosas es la misma que llevo a mis asesorías.
Y ayer viví un momento especial: mi primera asesoría en italiano. Un nuevo paso en un camino que cultivo desde hace años, acompañando a profesionales de la educación en la creación de talleres y recorridos pedagógicos.
Mi método: partir de las preguntas
En mis asesorías nunca llevo “recetas cerradas” ni respuestas definitivas.
Creo que cada contexto educativo es único y que quien enseña ya tiene en sí muchas intuiciones.
Mi tarea es ayudar a que salgan a la luz, un poco como en la mayéutica de Sócrates.
Algunos principios que me guían
👂🏼Escuchar sin apuro: muchas veces las soluciones aparecen cuando hay espacio para expresarse
❓Transformar dudas en posibilidades: cada pregunta puede ser el inicio de una actividad.
🧠🧠Co-crear: no dar respuestas desde arriba, sino construir juntas/os caminos y herramientas.
🔬Experimentar: animarse a prototipos, juegos y actividades simples que se puedan probar enseguida.
Un ejemplo concreto
En la asesoría de ayer acompañé a una profesional que está diseñando un taller para niñas sobre la menstruación.
Fue valioso ver cómo, a través de las preguntas adecuadas, surgieron ideas nuevas y actividades concretas.
Para mí es un honor poder acompañar proyectos que hablan de cuerpo, crecimiento y consciencia.
Hacer consultoría educativa para proyectos en educacion sexual, para mí, significa abrir preguntas más que cerrarlas.
Es un trabajo que requiere confianza, escucha y el deseo de crear en conjunto.
Si estás imaginando un taller o un recorrido educativo y buscas a alguien que te ayude a sacar a la luz tus ideas, estaré feliz de acompañarte. 🌱