Orgullo de la Singularidad

Hace unos años, en el Festival de San Remo, el festival de la canción mas famoso de Italia y reconocido en todo el mundo, por primera vez se le dio la co-presentación a una persona transgénero: Drusilla Foer..

Participó en varias veladas dedicadas a diversos artistas, y en una de ellas presentó un maravilloso monólogo que es el que quiero traer a colacion hoy y del que me gustaría hablar en esta nueva entrada del blog.

En su presentación dijo:

No quiero agobiarlos en este momento con palabras sobre fluidez, integración, diversidad. No me gusta la diversidad porque tiene algo de comparativo y de distancia que no me convence del todo. Cuando lo verbalizo, siempre siento que estoy traicionando algo que pienso o siento. Un término sustituto podría ser singularidad, porque todos somos capaces de percibirla en los demás y creemos serlo. Y porque para comprender la propia Singularidad es necesario comprender de qué está hecha, de qué estamos hechos.

Drusilla Foer

Cuando la escuché me fascinó su capacidad de resumir un número infinito de cualidades en una sola palabra. Cuando hablamos de Singularidad, hablamos de lo que nos identifica, de lo que nos hace únicos e irrepetibles, de lo que nos separa, pero también nos une con otras personas.

Y esta idea me parece mucho más poderosa que la idea de diversidad. No porque no me guste, no porque no esté de acuerdo, sino porque la Singularidad es un concepto, una cualidad que nos hace especiales en el mejor sentido de la palabra.

Y si pensamos que cuando hablamos de identidad de género, orientación sexual o expresión de género en lugar de incluirlas en la diversidad, pensamos en ellas como términos de la Singularidad de cada ser humano en la Tierra, algo de la tensión que genera la diversidad se disuelve.

También hay que pensar en el aprendizaje de la Singularidad en la escuela: no hay dos estudiantes iguales cuando se trata de aprender. Por eso es necesario desplegar diferentes técnicas, diferentes caminos para que todos puedan asimilar un tema o un concepto.

¿Por qué no hacer lo mismo en la promoción y el respeto de los derechos? ¿Por qué no pensarlos desde la Singularidad?

Así como hay tantas maneras de experimentar la maternidad como madres en el mundo, la experiencia de la sexualidad también es única. Una persona puede ser gay y tener cosas en común con muchas otras personas gays, pero es única y como tal vivirá su orientación y su propio ser de una manera diferente y particular

Pensar la infancia y la adolescencia como únicas es un gran paso no sólo para respetar sus derechos sino también para darles voz y mirarlas de forma singular.

Porque la realidad es que cada persona es verdaderamente única y si la afrontamos así en la vida cotidiana, la convivencia y el respeto a las diferencias (que es lo que está detrás de la Singularidad) será posible.

Y me gustaría cerrar este post atípico, porque suelo dar consejos más que reflexiones abiertas, con la conclusión del discurso de Drusilla:

«Soy una persona muy afortunada de estar aquí, pero pido otro regalo: dar sentido a mi presencia en este escenario y experimentar el verdadero acto revolucionario, que es escucharnos a nosotros mismos y a los demás»

Si escuchamos la Singularidad, no habrá necesidad de hablar de diversidad

Cual es tu opinión?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Scroll al inicio